Los salmos son las palabras que Dios introduce en la boca del hombre para enseñarle a hablar con Él, como hace un padre con su hijo. En las iglesias de Siria, al libro de los salmos le llaman el corazón de Dios. Nuestros hermanos mayores, los judíos y los primeros cristianos aprendieron a rezar con estas oraciones inspiradas por Dios, que el mismo Jesús empleó para orar. Estos poemoas reviven las peomesas salvadoras de Dios realizadas en la historia del pueblo elegido y, al mismo tiempo, apuntan hacia el Mesías que las cumplirá definitivamente. En este libro se comentan con detalle veintiún salmos, para ayudar a los lectores a encontrar en esas oraciones el eco de la vida y las enseñanzas de Jesucristo, de modo que las palabras de esos pormas les sirvan para escuchar a Dios y para comunicarse con Él.